Años atrás Deborah comenzaba a descubrir pequeñas partes del arte en Europa, y se topó con el libro de "La Divina Comedia" de Dante Alighieri. Conversaba al respecto con sumo interés, preguntándose cosas que todo mundo llega a preguntarse cuando los pecados comienzan a roer tu consciencia.
Deborah: Si todo esto existe... imagina nuestras almas pudriéndose en el segundo círculo, o bueno... tal vez tú aún más abajo.
Comtesse (con una risa cínica): Oh, cariño, mando a todos al infiero... y ni siquiera creo en él.
jajajaajjajaj comtesse rulz :D
ResponderEliminar