NOTA:

NOTA: Las imágenes usadas no son de mi propiedad. Provienen de www.deviantart.com o de artistas externos.

viernes, 10 de diciembre de 2010

Carpe Diem (Fragmento de "Sombras del Pasado")




Nadie amaba tanto el dulce olor a diversos perfumes y polvos (mezclados con el exquisito olor a madera vieja), y el sutil olor a tabaco como ella. Era una mezcla de olores que le traían recuerdos, anhelos, pasiones...

Ella sabía que cada rincón de ese viejo lugar olía diferente, pero a su vez, siempre tenían el mismo origen. Eso era algo que disfrutaba de tal modo que muchas veces se la pasaba caminando sola en medio de la noche, cuando todos estaban dormidos o encerrados en sus alcobas, deleitando su olfato con los diversos aromas que parecían llenar un pequeño vacío de su alma. Ella veía en todos lados belleza, en todos lados emociones y experiencias, y eso era algo que amaba de los olores que dejaban historia en aquel aclamado cabaret.

Así pues, un día decidió levantarse más temprano de lo usual para caminar un poco y despejar su mente de la noche anterior. Tal vez incluso deseaba meditar sus sueños (aunque casi nunca los podía recordar), por más ambiguos que fueran. Cualquier excusa era buena para despertarse antes del alba y disfrutar un poco de soledad antes de empezar con las tareas diarias. Se vistió con prisa, maquillándose lo poco que sabía retocarse, y saliendo silenciosamente. Ningún ruido perturbaba el lugar a esas horas, ni siquiera los pasos alegres de la pequeña niña que solía correr cada mañana por los pasillos.

Suspiró plácidamente.

Sus pasos apenas hacían ruido contra la madera vieja, lo que hacía casi imposible que alguien se despertara gracias a ella. Esos pisos eran extremadamente ruidosos, pero tenía mucho cuidado en aplacar sus pisadas. Sonrió ampliamente cuando por fin llegó a una gran ventana y se acomodó en ella, mirando el amanecer.

A veces se preguntaba qué hubiera pasado si nunca hubiera llegado a ese lugar...

¿Su vida sería diferente? ¿Mejor?

Lo dudaba... la guerra hubiera acabado con ella...

Un escalofrío corrió por su espalda al recordar los cadáveres de gente que ella conocía, tirados en la acera. Cerró sus ojos fuertemente y negó con la cabeza.

Este lugar era como su hogar... y la gente en él era como su familia.

Una vez más, volvió a suspirar, esta vez con melancolía. Levantó la mirada y notó los rayos del sol tocando su rostro apenas. Sonrió, casi rió; momentos como ese le hacían recordar lo que su mejor amiga solía decirle sobre mirar el mínimo detalle y disfrutar de lo que nos queda. Abrazó el nuevo día con alegría y dio media vuelta, sólo para toparse con la gente saliendo de sus habitaciones. Una campana sonó y una pequeña niña avanzó una vez más por los pasillos, la gente la miró al salir.

--¿Levantándote temprano?-- preguntó alguien levantando una ceja con asombro.

--¿Qué puedo decir? A veces los mejores pensamientos se atrapan antes del amanecer...-- respondió riendo suavemente.

sábado, 23 de octubre de 2010

Soy la Voz en Silencio



Sí; soy la voz en silencio.
La voz que calla,
La luz que espera.

A veces creo ser el baúl,
de muchos secretos guardados.
Pretendo ser consuelo...
pero no sé si sea más que eso.

Soy la voz en silencio,
la voz que te escucha,
la voz que quiere dar aliento.

Soy el alma neutra,
la que no parece vivir aún.
El alma que observa,
la mente fría aún.

Soy el silencio... que explota dentro.
Soy el ánimo de tus penas guardadas.

Pero... ¿qué pasará cuando la voz en silencio quiera gritar?

jueves, 21 de octubre de 2010

Oda a Tu Inconsciencia


Imagen: Gaia by ~fonky



Hay veces que despierto... y estoy dormida.
Miro al cielo... y caigo al infierno.
Vivo, respiro... pero muero.
Muero cada mañana; con el soplar del viento, con la brisa marina...

Soy aquella alma errante que habita en las esquinas.
Soy aquel triste verso olvidado en los labios del poeta.
No existo... pero soy toda tu existencia.
Soy la oscuridad que habita en el rayo de luz dorada.

Dime amor, dime dulce sentimiento,
¿qué he hecho? ¿qué hemos hecho?
El fuego se apodera de mi cuerpo y destaza mis adentros.
Ya no veo vida... pero la vida sigue viviendo.

Dame luz,
dame viento,
dame flores,
dame sustento.

Se acaba,
se hunde,
resurge,
destruye.


Llegará el momento en el que el mundo no siga nuestro aliento.
Llegará el momento en que sólo escuche sus propios lamentos.
Y algún día, tras muerte y vida sin consentimiento,
escucharé la voz de la tierra cantar... cantar sus desesperanzas.

Y entonces... tras sangre y fuego...
Muerte,
Destrucción,
Venganza...

Renacerá... en otro tiempo sin pensamiento.

lunes, 27 de septiembre de 2010

Adicción Viva y Eterna


Imagen: Abstract Meaning by ~Leongfx


Si yo fuera adicta como los jóvenes con sus sustancias dañinas...

¡Que el arte sea mi droga, eterna, placentera y ardiente como llamas candentes!
¡Que la música absorba cada rincón de mi cuerpo!
¡Que el baile me hechice!
¡Que con pintura alucine!
¡Y con cada arte, un arte sublime!

Pero al final...
¡Con la escritura moriré en paz! ♥


lunes, 30 de agosto de 2010

El Poder del Arte




Es como un sueño...

Un sin fin de almas danzantes; corriendo alrededor de una gran escalera hecha de cristal.

¿Qué ves en ellas, querida mía?
¿Qué ves en ellas, oh, incanzable poeta?

Veo luces, veo sombras. Veo un sin fin de colores... y saboreo un sin fin de sabores.
Sabores de dulce amargura; sabores de completa y total locura, sabores que me despedazan el alma y me llenan de la más sublime hermosura...

¿Ves acaso el alma de la bella luna desnuda ante tus ojos?

No la veo; la siento. Siento su luz plateada sobre mis ojos, penetrando mis sueños y mis pensamientos. Me veo bañada en un mar de recuerdos...

¿Y sientes el placer que causa una balada?

La siento,
la exprimo,
la consumo,
la veo.

Todo es un insaciable aliento; vida que yo sé que nunca se llevará el viento. Es el alma al desnudo; el alma que palabras no pueden expresar...
¡... ni con mil versos eternos!

¿Eres capaz, oh impetuoso artista, de vivir las vidas de miles?

Sólo la mía y la de nadie más... sólo la mía... y la de nadie más.

Somos creadores del mundo que sólo nosotros podemos ver; de lo inusual, de lo profundo...
Pero vivir otras vidas, ¡nunca! Las vidas son las que son recreadas ante nuestros ojos...

¿Y, puedes gustar siempre como una bella rosa sobre tu almohada?

Me temo que no; ya nadie sueña, ya nadie piensa...
Vivimos en un eterno sueño, aproximándonos a la muerte en vida con el más mínimo movimiento.

Yo me niego, quiero crear. Me di cuenta que la vida es mi sueño, y no mi vida un sueño...

¿Y bien, implacable creador?

Nada, sólo silencio...

Y en ese instante, la vida se desvaneció...
... en un suspiro...

miércoles, 11 de agosto de 2010

La Vida y Su Camino




No lo sé, no sé cómo llegué a esta conclusión...

Es como si hubiera vivido cierta cantidad de cosas, pero he vivido tan poco...
Es como si mi alma tuviera recuerdos, es como si tuviera experiencias...

Y yo sé que las tiene; dentro, tan dentro...

Han llamado sabias a mis palabras, han apreciado mis consejos; muchas cosas no sé de dónde vienen, sólo sé que soy yo, que disfruto quien soy y cómo soy, y que por alguna razón las personas acuden a mi con frecuencia, de la nada.

Es como si una luz se desprendiera de mi cuerpo.

Van dos veces que me preguntan qué es la vida para mi. ¿Qué significa? ¿Cómo es?

¿Mi respuesta?

La siguiente; te pintaré la vida en un cuadro de palabras:


Caminamos por un camino recto, dónde no podemos detenernos.

Hay cosas a los lados del camino, cosas que muchas veces no vemos o alcanzamos a ver realmente poco.

Esas cosas... son nuestros errores, lo evidente, secretos; cosas que desconocemos, que no vemos, que ignoramos...

Y sí, el camino está lleno de obstáculos. Muchos son difíciles como una montaña enorme, otros son dolorosos como fuego ardiente bajo nuestros pies; otros son minúsculos, que no llaman la atención, como arena movediza. Al caer en ella podemos hundirnos en nosotros mismos, aunque sea pequeña, aunque podamos salir con facilidad; sin embargo, nos consumimos en nuestros adentros.

Hay tantos, tantos obstáculos...

Existen diferentes lugares donde el camino de divide. Son otros caminos ya predichos y creados, el destino mismo; sin embargo, nosotros decidimos cuál tomar.

Elegimos el destino predicho.

La vida es una búsqueda con una venda al caminar por ese camino. No vemos, somos ciegos y torpes; tropezamos. Pero a veces aprendemos a escuchar y a sentir, no sólo a ver, y avanzamos con menos dificultades o superamos obstáculos.

A veces aprendemos al tropezar y no tropezamos de nuevo...
... a veces no.

Ese camino te marca porque vas creciendo y aprendiendo en él.

Siempre te encuentras solo. Nadie puede caminar por ti, nadie puede guiarte en el camino. A veces te encuentras a otras personas, pero están igual de perdidas que tú. Pueden ayudarte o destrozarte.


Y el camino solamente es, existe... sin detenerse.
Pasa... y eso es todo.

ES LA VIDA.

No es buena ni mala.
No es bella ni horrible.
No es fácil ni difícil.
No es bien ni mal.
No es Cielo ni es Infierno.

Solamente...

...ES.


miércoles, 28 de julio de 2010

El Sabor del Tiempo



Mira por la ventana hija mía, y dime qué es lo que ves:

Vidas, vidas y más vidas, suspendidas como figuras de hielo en la acera...
¿Puedes ver la sangre inocente correr como un río de vino añejo?
¿Acaso no ves tu pasado en las caras de porcelana fina de la gente extranjera?
Pues calla hija mía, calla y espera a que el mismo viento se atreva a susurrar tu nombre...



Ya no puedo sentir la luna sobre mi cabeza.
He dejado de sentir la tierra sobre mis pies.
El sol ya no susurra mi nombre con fuerza.
Y el oxígeno dejó de recrear mi bella niñez.

Sé que cuando crezcas, el mundo entero te dará la espalda...
Sé que cuando pienses, las palabras dejarán de explicarlo todo.
Sé que tu mundo será pintado con experiencias sobre el alba.
Y sé que buscarás el conocimiento más allá de ti de uno u otro modo.



Algún día alguien leerá estas palabras y entenderá su significado; o al menos eso es lo que espero.

Quiero parar el tiempo por un segundo y probar su sabor... un sabor que nadie ha podido experimentar por completo. Juntemos nuestras melancolías, pasiones, la rosa en el suelo del amor perdido, dolor y sufrimiento, experiencias y anhelos; juntemos todo y paremos el tiempo.

Detente...
Detente y prueba el sabor del tiempo.

Si el mundo parara por un segundo y dejara de ir tan deprisa...
Si dejaran de pensar en un futuro o en un "hubiera"...

Podrían saborear el tiempo.

No escuches el significado de la eternidad divina creada por el hombre, ya que ésta parece suspendida en la inmensidad. No, piensa en la eternidad de las cosas presentes, eternidad en constante cambio.

Y podrás saborear el tiempo.




Escucha.
Siente.
Vive.
Crea.
Sueña.
Realiza.
Anhela.



Y sólo así...
... podrás saborear el tiempo.

sábado, 24 de julio de 2010

Necesito un Minuto de Silencio



Que el mundo pare y pueda apreciar el tiempo...

Que las luces se apaguen y pueda mirar el cielo...

Necesito un momento en que mi vida sea completamente mía; que pueda atrapar anhelos y sentir los sueños como espuma en mis manos... y recobrar el aliento.

Quiero que la agonía sea como vino fermentado, que me consuma si desea y que al final me traiga algo de provecho. Bueno o malo no me importa, sólo un mejunje de mis propios hechos.

Deseo que la vida me deje algo útil y bien hecho...

Si todo el ruido parara y me dejara descansar un momento... entonces yo me sentiría como hoja al viento. Dejaría de pensar, de vivir al ver el tren pasar... y por fin podría respirar.

Cuánto lo anhelo, cuánto lo deseo... poder vivir por primera vez en mucho tiempo.

Deseo dejar de ver miradas vacías consumidas por mentiras, deseo olvidar aquellas vidas perdidas.

Deseo ser agua que fluye y se aleja de un mar profundo. Ser olvidada en un bosque y reposar en mis adentros.

Por favor cielo, tierra, sol y luna... necesito un minuto de silencio.

Y que cuando muera, sí, en mi propio lecho, pueda contar con una mano los momentos de quietud que me otorgó el cielo... y me alejó del infierno.


Oscar Fingal O'Flahertie Wills Wilde ♥



Todo lo que necesitaba era vagar un solo día en Londres; con su aire ahumado, sus calles húmedas y su vida tranquila. Todo parecía pasar desde la máscara más sublime de hipocresía y gracia hasta la necesidad de la vida misma reflejada en la cara de un niño masacrado por la vida.

Sí; mi Londres, esa tierra cordial y severa, llena de reglas, viendo pasar a la alta sociedad como un pañuelo de seda y a los pobres como una rata viajera, viendo al niño como un ser estúpido y al bello joven como un anhelo del futuro. Todo eran máscaras y supervivencia.

Mi cabello rojizo se balanceaba con el pasar del viento mientras pasaba con gracia entre la gente. Nunca fui de clase media ni baja; más bien de una familia adinerada, de esas que están llenas de compromisos e invitaciones o que gozan de espectáculos de lo mejor de mundo. Desde nuestra época victoriana y desde mucho antes el mundo está sumergido en un vaivén de máscaras y apariencias.

Ese era nuestro Londres de la alta sociedad.

Cierto día de enero mi padre preparó una de esas fiestas a las cuáles van gente adinerada y artistas. Yo actuaba como una dama de mi posición, atendiendo a los invitados con gracia y compostura. Uno de ellos me llamó la atención.

-Señorita Catherine,- dijo uno de los hombres con los que mantenía una charla, un hombre apuesto llamado Lord Henry, con una peculiar manera de pensar -le presento a Oscar Fingal O'Flahertie Wills Wilde, un destacado poeta-.

Sonreí con gentileza haciendo una pequeña reverencia.

-Los dejaré solos, que ha llegado un buen amigo mío. Muchas veces me pregunto a quien llamar realmente un amigo, pero ustedes saben, debemos siempre dar una cara para poder resaltar. No es que me interese mucho hacerlo pero es algo que es interesante hacer en ocasiones. En fin, los dejo-. dijo Lord Henry tan cordial como siempre, con ese toque de misticismo que a muchos les perturba o atrae. A mi me parecía encantador.

Sonreí con amabilidad una vez más.

-¿Desde hace cuánto tiempo escribe, señor Wilde?- pregunté con curiosidad, él pareció tomar mi pregunta como algo cómico.

-¿Hay realmente un tiempo para un escritor? Si, llevo años. Por eso estoy dónde estoy ahora, señorita-.

Mi pregunta me avergonzó por un momento, al darme cuenta de lo tonta que era.

-Eso es un tanto cierto. Yo escribo de igual manera-.

-¿En serio? ¿Sobre qué podría escribir una señorita cómo usted?-

-Cosas que, al igual que usted, la gente no desea oír. Sentimientos olvidados, historias que el público considera inmoral pero, cómo usted dice, lo moral no existe en el arte-.

Me miró con un poco de impresión en su mirada; pensamientos como esos no eran normales en la clase alta de esa época. Las mujeres eran meros espejos y modelos, generalmente sin pensamiento. Había excepciones, claro.

-¿Ha leído alguna de mis obras entonces?- me preguntó ligeramente sorprendido.

-Por supuesto. Lo que usted escribe es atrayente y sublime-.

Pareció reír entre dientes, mirando la habitación.

-Dudo que pueda entenderlo...-

Me sentí ofendida; pero traté de no mostrarlo.

-Puede que entienda parte de ello-.

Rió más, pero no me contradijo. Sin embargo, vio algo en mi mirada que hizo que se callara y dejara que la curiosidad se apoderara de él.

-¿Cómo qué? Si es tan amable de decirme-.

Suspiré.

-La belleza como el centro de la vida, la manera en la que el arte es inútil pero debe reflejarla. Cómo en el arte no existe lo moral ni lo inmoral; o la manera en la que la vida no puede ser como en tantos cuentos de hadas con finales felices. Cómo la sociedad no es tan moral como parece, o que una verdad deja de ser verdad cuando nadie cree en ella ya que hemos sido acondicionados para ello. Que el arte malo es mucho peor que la ausencia de arte o que la vida imita el arte mucho más de lo que el arte imita a la vida. Eso, entre muchas otras cosas señor Wilde- dije con inocencia, mirando la expresión interesada en su rostro.

-Ya veo...- susurró, riendo esta vez con simpatía -Puede que ciertas perspectivas que tengo sean distintas. Sin embargo, ten cuidado. Nadie te escuchará allá afuera-.

Asentí, confundida. Mi rostro brilló de alegría súbitamente.

-¿No desea venir algún día a tomar el té?- pregunté con admiración.

-Lo lamento señorita, las mujeres siguen siendo criaturas muy extrañas para mi. Más usted si me lo permite decir, no deseo algún tipo de acercamiento por el momento. No quiero ser descortés pero es así-. me dijo, haciendo una reverencia y caminando hacia la puerta.

Un joven rubio con encantadores ojos azules lo miró.

Su actitud cambió... y se quedó un rato más.

Oh... el "amor al arte."


viernes, 9 de julio de 2010

ROSA EN ETERNO SILENCIO (Poema a mi madre)



Tengo un rosal en mis manos y una palabra en mis labios,

canto a ti, ¡oh dulce creadora! la alegría de mis sueños logrados,

planto semillas viejas en el nuevo campo de mis logros diarios,

resplandece en mi la mirada protectora de aquellos años amados.


Tú que me vigilas insistente,

tú me cobijas con tus brazos,

me das aliento del futuro inminente,

tú que me das alivio en tu regazo.


Poco sé yo de la vida misma,

poco sé yo de la creación divina,

poco sé yo de la gracia y la carisma,

poco sé yo de aquella luz que me ilumina.


Sin embargo, mi fortaleza es esa rosa en eterno silencio,

aquel vientre que tejió mis sueños en suave terciopelo,

el faro firme que guía los barcos entre el rotundo cencio,

aquella pared firme que no se rompe ni con el mismo anhelo.


Admiro tus sueños como los de un libro abierto,

disfruto tus risas que dieron dicha en inocentes tiempos,

escucho tus palabras en tu tono experto,

me embriago del cariño que brindas en oleajes inmensos.


Eres como la suave paloma en pleno vuelo,

eres la llama ardiente de fortaleza brindada,

eres aquel susurro que no se apaga en el viento,

eres la bella letra de la más dulce balada.


Si alguna vez encontré refugio entre tus faldas y sustento en tus pechos,

¿Qué será de mi al abandonar tu lecho?

¿Qué pasará cuando viva mis propios hechos?


Seré yo la paloma en pleno vuelo,

buscando darle a alguien algún día, el aliento.


Gritos del Alma



Soy el eterno pensamiento,

el susurro de un alma cansada,

la canción del constante viento,

la fuerza potente en llama esmeralda.


Habito en el alma más inocente,

soy el consuelo de la mujer amada,

vivo en el mundo más incoherente,

soy lo que evita a la vela apagada.


Soy una paloma viajera,

y aún así, una nave naviera.

Estoy en la sangre de tu cuerpo,

y por consecuente, en tus adentros.


Soy luz que atraviesa como lanza,

y por lo tanto, soy la esperanza.


Bella Dama, Frágil Dama...



Y mi mente se corrompe con dolor ajeno...


Me veo a mi misma sentada al otro lado del cristal empañado, sin consuelo.

¿Qué pasa? ¿Acaso es mi sensibilidad la que me hace temblar? ¿O es ese deseo de tranquilidad, aquello que te corrompe el alma al tenerla desnuda y mirar por la ventana?

Ese deseo nunca satisfecho.

Disculpen mi mente siempre alerta, disculpen mi lamentos, todo esto no es más que un sueño.
La vida es una canción tocada por el suave violín, canción y letra que se las lleva el viento...

Y al final lo que queda es nuestro propio silencio.

Silencio que no son nubes, no es sol ni cielo.
Silencio que no son estrellas, sino puro aliento.
Aliento que se desvanece, aliento que se siente pero nunca permanece.
Así es la vida, abstracta y ambigua.

Pero siento yo al mirar por la ventana y pensar un poco...
¿Acaso esa vida frente a mi no es frágil como hojas al viento?
Disculpen mis pensamientos, disculpen mis sentidos que salen de mi propio ser para meterse en otros pero...
¿no es triste ver a alguien desplomándose como arena y mar en sus adentros?

Y llega el sentimiento de que te importe alguien y compartas dolor y sueños...

Ver a un ser perderse y caer por el abismo, ver a un alma extraviada sólo con placeres simples y nada más que eso.

Eso, para mi, es una pérdida de tiempo.

¡Oh bella flor divina que ha quitado sus espinas para ser recogida!
No caigas en lo que una mariposa ha caído ante la voraz planta, no te guíes por el aroma de la vida placentera.
Pero soy sólo un alma pasajera que nadie escucha sus lamentos, mientras miro y escucho otras vidas corrompidas por tu mismo cuerpo.

Vivo soñando con un distinto cielo.

Pero esto no es mi vida ni mi problema es aquello,
así que estas vastas palabras...

¡Qué se las lleve el viento!


~ El Violín ~



~~~~~

Aquel lugar causaba en mi una sensación de vacío, como si las paredes húmedas y el piso hecho de madera vieja reflejaran el sentimiento de soledad que abundaba en mi corazón. Rayos tenues provenían de una abertura en el techo y apenas lograban dibujar en mi alma un hilo fino de esperanza, él único sentimiento que hacía que me mantuviera con vida.

El viento parecía susurrar mi nombre...

Mi mirada se mantenía en aquella luz, como si temiera que me abandonara.

Y entonces la noche más fría comenzó a apoderarse de mi alma lentamente, alejando mis sueños, apagando la luz de esperanza.

Estaba sola, no podía hacer nada al respecto. Mi vida era un mar de confusión que me abatía como la más violenta marea, dejándome al final en una isla desierta y sumergiéndome en la más amarga tristeza. Recuerdos de mi infancia llegaban a mi, al verme separada de mis padres por la reciente guerra y siendo nómada desde entonces; sin hogar, sin esperanza...

Y entonces...

... lo escuché.

Un violín melancólico se elevó entre el rotundo silencio, arrancando mi alma de su pesar. Era un sonido apasionado, profundo y suave; como el sonido de mil almas elevándose hasta el cielo. Me levanté instantáneamente de mi lecho, y mis ojos se asomaron por la oxidada cerradura de la vieja puerta.

Un hombre estaba al final del pasillo fuera de mi habitación. La luz de la luna lo iluminaba, mientras él tocaba la sublime melodía. Sus ojos permanecían cerrados, elevando el sonido bajo y grave de su instrumento hacia un sonido más fuerte y agudo, dejando al desnudo su alma apasionada.

El sonido consumía mi alma, cada nota extraía de mi ser el más hermoso sentimiento.

Mi alma inestable se maravillaba con el más mínimo movimiento.

Lágrimas inundaron mis ojos soñadores, como si esa música fuera la solución a todas mis penas. Era como la mano cariñosa de una madre que me mecía en mi cuna.

"Descansa, sueña ya, que mucho has vivido en esta vida".

Parecía decir.

Y fue como poco a poco cerré mis ojos...

"No temas más, que la recompensa a tu sufrimiento llegará".

Y una luz más intensa aún pareció brillar en lo más profundo de mi alma...